La verdad es que depués de haber viajado lo imprescindible, el aeropuerto de Granada tiene sabor a migas con chorizo, a lata de Alhambra con bocata de mortadela con aceitunas.
No me quiero ni imaginar lo que será el aeropuerto de Teruel.
La verdad es que depués de haber viajado lo imprescindible, el aeropuerto de Granada tiene sabor a migas con chorizo, a lata de Alhambra con bocata de mortadela con aceitunas.
No me quiero ni imaginar lo que será el aeropuerto de Teruel.