Ayer pude ver en un horario decente cómo el Real Madrid venció a la Juventus en el Mundial de Clubes 2025 con un cabezazo certero de Gonzalo García mediada la segunda mitad. Su gol no solo redondeó un partido complicado para los merengues, sino que confirma lo que ya muchos venimos viendo: el equipo de Xabi Alonso juega infinitamente mejor cuando Gonzalo está sobre el césped.
Había que decirlo y antes que yo, ya lo han dicho millones de aficionados madridistas desde sus casas, por mucho que la prensa se deje llevar por el amarillismo, los millones y el marketing.
Mejor colocación, intensidad y eficacia
El canterano ha demostrado una madurez propia de veteranos: controla los tiempos en el juego, acelera cuando hace falta y ofrece soluciones constantes. En Miami, se notó desde el inicio de la segunda parte, cuando el Madrid supo solventar la inferioridad en el centro de campo provocada por la posición demasiado retrasada de Tchouameni de la primera parte.
Gonzalo se encargó de lo más visible (gol al minuto 54), pero también de lo menos glamuroso: ganar balones por alto, fijar centrales, recuperar segundas jugadas… todo sumaba. Esa labor callada, intensa y precisa es la que le da la vuelta al partido, igual que le ha dado ya tres goles en este torneo.
Xabi Alonso y la eterna tentación de lo mediático
La historia se repite: aparece Mbappé, icono mundial, fichaje estrella, fans enloquecidos… pero en el campo dibuja sombras. El francés debutó ayer tras superar un virus y apenas alteró el curso del partido. Entró en el minuto 67, cuando Gonzalo ya se había marchado, y se limitó a pasearse por el césped. Eufórico en marketing, pero en lo deportivo, escurridizo y distante.
Aquí es donde Xabi Alonso debe resistir las presiones del lado comercial y poner por delante los intereses deportivos del club. En el césped no hay lugar para los figurines. El equipo rinde mucho más con un nueve nato, incansable, que se siente el escudo del equipo blanco. El técnico ha demostrado en este torneo cuál es su apuesta y hay que respetarla: “prefiere un nueve puro, por canterano que sea (Gonzalo), a uno impostado…”. Ya veremos si mantiene su palabra o se achanta con ls presiones del Tito Floren y su niño mimado.
Por qué Gonzalo pone al Madrid en órbita
- colocación inteligente: se mueve sin el balón con criterio, abre espacios y descoloca defensas.
- intensidad permanente: persigue cada balón como si fuera el último, presiona, molesta y recupera.
- eficacia probada: tres goles en cuatro partidos, incluido el que vale pase a cuartos.
- compromiso emocional: transmite entrega absoluta, la que lleva el ADN del club y no se compra con millones ni patrocinadores.
La recomendación clara a Xabi
Lo que hemos visto en la temporada pasada y lo que llevamos visto en estos cuatro partidos sólo me dan lugar a decir claramente: mantén a Gonzalo. La continuidad del canterano aporta estabilidad y solidez, mientras que dar prioridad al francés por su tirón mediático introduce desequilibrio donde se necesita equilibrio. Xabi debe ser coherente: la plaza de nueve no es escenario para adornos de escaparate. Habrá tiempo de marketing, pero no a costa de eficacia. La apuesta debe seguir clara: donde el rendimiento manda, ahí debe jugar Gonzalo García.
