El fin de los automóviles de combustión se cierne sobre Europa como una espada de Damocles, y la pregunta que muchos se hacen es: ¿realmente estamos listos para esta revolución eléctrica? La Unión Europea ha lanzado la bomba: la prohibición de todos los coches de combustión para el año 2035. Sí, leyeron bien, TODOS los coches de combustión. ¿Un objetivo ambicioso o una utopía inalcanzable? Parece que la respuesta depende de quién la dé.
En medio de este debate sobre el futuro del automóvil, el CEO de BMW, Oliver Zipse, ha decidido lanzar su opinión. Y, para sorpresa de nadie, Zipse no está exactamente aplaudiendo la iniciativa de la UE con entusiasmo. En una serie de declaraciones recientes, Zipse expresó sus dudas sobre la capacidad de la Unión Europea para cumplir con su propio plazo de 2035 para eliminar los motores de combustión. ¿Por qué? Bueno, según él, hay algunas razones bastante convincentes.
En primer lugar, Zipse señala el evidente retraso en la infraestructura de carga eléctrica en toda Europa. Al parecer, los planes y expectativas originales se han quedado cortos y, en algunos países, ni siquiera han comenzado a desarrollarse. Es un poco incómodo querer deshacerte de todos los coches de combustión cuando aún no has construido suficientes estaciones de carga para los eléctricos. ¿No es así, Europa?
“¿Revisar la legislación en 2026? Por supuesto, eso es lo que deberían hacer”, afirma Zipse. Y tiene un punto. Si las cosas no están yendo según lo planeado, ¿por qué no dar un paso atrás y repensar las cosas? Después de todo, no es como si la fecha límite fuera una fecha mágica que no se pudiera cambiar. Pero parece que la Unión Europea está decidida a avanzar a toda velocidad hacia un futuro eléctrico, sin importar cuán poco preparada esté.
Pero BMW no es la única preocupación de Zipse. Habla con gran sabiduría sobre el desequilibrio que se está produciendo en el mercado automovilístico. Las marcas europeas de renombre pueden estar listas para competir en un mundo de coches eléctricos, pero ¿qué pasa con las marcas que atienden a las capas más populares de la sociedad? Zipse advierte que este segmento básico del mercado automovilístico podría desaparecer o ser dominado por marcas extranjeras, especialmente las chinas.
Y aquí viene la parte interesante: China. El gigante asiático se ha convertido en el mercado automovilístico más grande del mundo y ha logrado consolidar una industria eléctrica envidiable. Las marcas chinas, como BYD, están compitiendo ferozmente en el mercado de vehículos eléctricos, y lo hacen con precios muy competitivos. Esto pone en una posición delicada a las marcas europeas que se centran en ofrecer vehículos más asequibles.
Pero eso no es todo. China también está acaparando cada vez más la cadena de suministro de baterías, lo que podría convertirse en un problema serio para los fabricantes europeos. Si no pueden obtener las baterías necesarias para sus vehículos eléctricos, ¿cómo van a competir en este nuevo mundo? ¿O es que todo este asunto del coche eléctrico está impulsado por China y nadie se ha dado cuenta?
Zipse también señala otro obstáculo importante: el lento despliegue de infraestructuras eléctricas en Europa. Esto significa que incluso si las marcas europeas pueden fabricar vehículos eléctricos competitivos, todavía enfrentan un problema crítico: ¿dónde cargarán todos estos autos? No puedes simplemente dejarlos en la acera y esperar que la magia suceda.
Entonces, en resumen, Europa se encuentra en una situación un tanto complicada. La UE ha anunciado un plan audaz para eliminar todos los coches de combustión en 2035, pero parece que hay obstáculos significativos en el camino. Desde la falta de infraestructura de carga hasta la creciente competencia de China, las marcas europeas tienen mucho que considerar.
Y mientras tanto, los conductores de automóviles de combustión pueden estar sintiendo una mezcla de emoción y aprensión. Por un lado, la idea de un mundo sin emisiones y una menor dependencia de los combustibles fósiles suena genial. Pero, por otro lado, ¿qué pasa si no hay suficientes estaciones de carga o si los precios de los vehículos eléctricos siguen siendo prohibitivos para muchos?
En última instancia, la transición hacia los vehículos eléctricos es inevitable pero tal vez, en lugar de establecer plazos irreales, deberíamos centrarnos en abordar los problemas y desafíos reales que enfrenta esta revolución y dejar que sea la tecnología y el mercado quienes aporten soluciones rentables y factibles en vez de someternos a la decisión caprichosa de unos lobbistas en Bruselas. Después de todo, la electricidad será el futuro, pero también es importante asegurarse de que todos tengan un billete para subirse al tren eléctrico.
Ni BMW ni nadie cree ya en el coche eléctrico excepto los chinos, que se están hinchando de vender y se están quedando con todo el mercado eléctrico.
A los franceses y alemanes que son los verdaderos dueños del cotarro en Europa se les han abierto los ojos de golpe al ver que empiezan a venderse en España en Italia y en el resto de Europa eléctricos chinos por 20.000 euros donde antes ellos estaban vendiendo sus coches.
Pues así como un plan de los chinos tampoco creo yo que sea, pero que esos han visto la grieta y se han metido a saco, está más claro que el agua.
También es verdad que los fabricantes europeos han abandonado el segmento de los coches eléctricos baratos y se lo han puesto a güevo a los chinos.