Esta foto recoge un experimento realmente curioso en el que unos polos de distinto color son expuestos directamente al sol y después fotografiados con una cámara térmica que mide la temperatura.
Como ves los polos blancos y amarillos aparecen azules en la fotografía térmica porque aunque todos reciben la misma cantidad de radiación solar, los colores claros la reflejan en mayor medida y los colores oscuros la absorben.
Siempre aparecerá quien diga que eso no puede ser así porque los beduinos que recorren los desiertos africanos van vestidos con ropas oscuras precisamente para evitar el calor pero esto tiene otra explicación: la ropa oscura de los beduinos que nosotros vemos es solo la capa exterior de su vestimenta y ese ropaje tiene capas intermedias separadas entre sí antes de llegar al cuerpo de manera que se genera un movimiento de convección que aunque calienta la capa exterior de la vestimenta arrastra lejos del cuerpo el calor exterior junto con el calor que éste genera.
Por supuesto de esto no se puede extraer una regla universal que diga que en el verano siempre hay que ir vestido de blanco porque habrá que tener en cuenta otros factores como la protección frente a la radiación solar, la atracción de los mosquitos o la eficacia a la hora de evacuar la transpiración que tienen algunos tejidos técnicos.
En cualquiera de estos casos lo aconsejable es que la ropa en verano vaya un poco holgada para dejar circular el aire.