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sábado, 18 mayo 2024

El capital extranjero se hace con el fútbol modesto español

DeportesEl capital extranjero se hace con el fútbol modesto español

En medio de la contienda entre la tradición y la transformación en el fútbol español, un equipo resplandece en las primeras jornadas de las divisiones principales con un récord impresionante: el Real Zaragoza. En un panorama dominado por los nombres relucientes del Real Madrid y el Barcelona, la destacada actuación del Zaragoza en la Segunda División, que todavía no ha perdido un partido ni ha encajado un solo gol, merece una atención especial, aunque el camino que ha tomado plantea cuestionamientos sobre la autenticidad y los valores arraigados en nuestro deporte favorito.

Con más de una década de vaivenes en la categoría de plata, el Zaragoza emergió como un fénix de sus cenizas, liderado por Jorge Mas, un empresario de Florida con raíces cubanas que también posee una parte significativa de las acciones del Inter de Miami, donde juega el icónico Leo Messi. A pesar de las innegables mejoras que el nuevo propietario ha impulsado, su enfoque comercial y su papel en el traspaso de Messi a Estados Unidos suscitan un debate sobre el papel de los inversionistas extranjeros en el fútbol local.

La llegada de inversores internacionales como Mas y otros como Amber Capital ha transformado al Real Zaragoza de un equipo en crisis a un serio contendiente para el ascenso. Esta metamorfosis no ha estado exenta de retos financieros, ya que la entidad maña ha requerido una inyección de más de 20 millones de euros para subsanar sus problemas y renacer. Sin embargo, este patrón de inversión en clubes modestos no es un fenómeno aislado, sino parte de una tendencia global que se ha afianzado, en parte, debido a las dificultades económicas exacerbadas por la pandemia.

La sed de oportunidades de negocio llevó a muchos inversores a buscar alternativas en los clubes humildes, en algunos casos al borde de la bancarrota. Esta tendencia ha traspasado fronteras y ha dejado su huella en el fútbol español, donde varios equipos de segunda división y 1ª RFEF han caído en manos de capital extranjero. En un reflejo de esta dinámica, vemos a entidades como el Algeciras, el Racing de Santander y el CD Castellón encauzados por inversores estadounidenses, argentinos y ecuatorianos respectivamente.

No obstante, este fenómeno no se limita a actores foráneos, ya que inversores nacionales también han entrado en juego. Clubes como el Eldense y el Real Avilés Industrial han sido adquiridos por grandes capitales patrios, sumando así a la creciente ola de compras. Uno de los ejemplos más elocuentes de esta evolución es el caso del Leganés, que cambió de manos por una cifra sorprendente de 40 millones de euros, indicando el creciente valor de los equipos modestos incluso en la segunda categoría.

No obstante, es relevante preguntarse sobre la sostenibilidad de estas inversiones en el largo plazo. Si bien las inyecciones de capital han sido significativas, los equipos de la 1ª RFEF a menudo operan en números rojos fuera del estricto control financiero que La Liga impone a los clubes de 1ª y 2ª, enfrentando retos financieros considerables y dependiendo en gran medida de los patrocinadores. La posibilidad de recuperar la inversión reside en la posibilidad de un ascenso, que a su vez se traduciría en mayores ingresos por derechos televisivos y patrocinios. La estrategia es arriesgada, pero podría ser altamente lucrativa si se logra el éxito deportivo.

La incursión de estos inversores en clubes modestos no ha estado exenta de críticas y desafíos, sobre todo en lo que respecta al control financiero. La falta de regulaciones estrictas ha permitido a los inversores manejar sus equipos con relativa libertad, generando preocupaciones sobre un posible desequilibrio competitivo y la inflación del mercado de fichajes. A pesar de estas preocupaciones, los grandes capitales ven oportunidades en estos equipos en la cuerda floja, aprovechando su potencial de crecimiento y el retorno financiero que podrían alcanzar.

A medida que observamos el panorama en evolución del fútbol modesto en España, es innegable que la influencia de la inversión extranjera está transformando el juego. La creciente presencia de inversores globales no solo está influyendo en los equipos de segunda división y 1ª RFEF, sino que también está contribuyendo al fenómeno emergente de los “multiclubes”. Grandes fortunas de diversas partes del mundo están tejiendo una red de adquisiciones de clubes, planteando interrogantes sobre la naturaleza del fútbol europeo y su estructura tradicional.

En resumen, el debate sobre la influencia de los inversores extranjeros en el fútbol español persiste. Mientras algunos ven en esta tendencia una oportunidad para impulsar equipos humildes y generar ganancias, otros la cuestionan por sus posibles consecuencias sobre la esencia del deporte. En este escenario, la preservación de los valores de la cantera y la pasión local que representa especialmente el Athletic de Bilbao (ensombrecido, eso sí, por las connotaciones políticas del club) adquiere un nuevo significado, representando una alternativa sólida al modelo de negocio en auge.

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