El Sol después de la lluvia, la fidelidad de un perro con su dueño, la sonrisa agradecida de un anciano al que has abierto una puerta «difícil», un vaso de agua fresquita en pleno verano, escuchar una canción bonita…
Hay un montón de cosas sencillas qué podemos ver a diario y que serían suficientes para conmover a la persona más dura pero la reacción de esta criatura que acaba de nacer al recibir el primer beso de su madre no se puede describir con palabras.
Sí después de verlo no te has emocionado ni siquiera un poquito, cierra esta página y bórrame de todas tus redes sociales y de tu teléfono que no quiero ser amigo tuyo.