El 14 de agosto de 2016 marcó un antes y un después en la trayectoria del grupo jiennense Supersubmarina y, sobre todo, en la vida de su vocalista, Jose “Chino” Marín. Ese día, al volver de un concierto en Valencia, su vehículo colisionó con una furgoneta de reparto. Todos los miembros sobrevivieron al accidente, pero Chino resultó ser el más afectado, sufriendo lesiones graves que incluyeron un traumatismo craneoencefálico severo y lesiones intestinales. Este evento no solo pausó la carrera musical del grupo, sino que también borró de la memoria del cantante los últimos siete años de su vida, incluyendo toda su carrera musical.
Para comprender mejor el impacto de este suceso en la vida de Chino y en la de sus compañeros de banda, es necesario adentrarse en las complejidades de la amnesia retrógrada, el tipo de amnesia que afectó al vocalista tras el accidente. La amnesia retrógrada se caracteriza por la pérdida de recuerdos previos al evento que la causó, en este caso, el accidente de tráfico. Diferente de la amnesia anterógrada, que impide la formación de nuevos recuerdos, la retrógrada borra los ya existentes, aunque, curiosamente, no afecta a todos los recuerdos por igual.
Los recuerdos en el cerebro no se almacenan de manera uniforme. Los más recientes, especialmente los que aún no se han consolidado completamente en nuestra memoria a largo plazo, dependen en gran medida del hipocampo, una estructura ubicada en el lóbulo temporal medial. Con el tiempo, estos recuerdos se van “transfiriendo” y dependiendo más de otras áreas cerebrales, como la corteza, lo que les confiere una mayor estabilidad y resistencia a ser olvidados. Por lo tanto, un daño en el hipocampo o en las vías relacionadas con él puede resultar en una incapacidad para recordar los eventos más cercanos al momento del trauma, mientras que los recuerdos más antiguos, que ya no dependen tanto de esta estructura, permanecen intactos.
La rehabilitación de Chino ha sido un proceso largo y arduo, enfocado no solo en la recuperación física, sino también en la neuropsicológica. Aprender de nuevo a caminar y hablar ha sido solo el principio de su lucha por reconectar con su pasado y su identidad como músico. La amnesia retrógrada plantea un desafío único: mientras que en la amnesia anterógrada el trabajo se centra en desarrollar estrategias para la formación de nuevos recuerdos, en el caso de la retrógrada, se busca reavivar los recuerdos perdidos, un proceso que puede ser impredecible y profundamente emocional.
El papel de la familia, amigos y compañeros de banda ha sido crucial en este proceso. Al compartir sus propios recuerdos y experiencias, ayudan a Chino a reconstruir fragmentos de su pasado. Esto destaca una faceta interesante y a menudo olvidada de la memoria: su naturaleza social y compartida. La memoria no reside únicamente en el cerebro del individuo, sino también en el entorno y las relaciones que lo rodean.
En el caso de Chino, la pregunta de si recuperará completamente sus recuerdos perdidos permanece abierta. Sin embargo, su historia va más allá de la tragedia y la pérdida. Es un testimonio de resiliencia, de la capacidad del ser humano para enfrentar adversidades extremas y seguir adelante, incluso cuando partes de su historia personal se han borrado. Más allá de recuperar sus recuerdos, Chino y Supersubmarina han dejado una huella imborrable en el corazón de sus fans, quienes conservan viva la memoria de su música y sus logros.
