Estoy de los nervios, mordiéndome las uñas, por la incertidumbre de no saber el resultado de las elecciones presidenciales de Rusia que tienen lugar en estos días 😀
Durante todo este fin de semana se van a celebrar elecciones en Rusia y el actual presidente goza de unas estupendas perspectivas dado que todos los que pudieran ser sus rivales han sido asesinados, encarcelados o están en el exilio. Tal es la tranquilidad del presidente a la hora de encarar estas elecciones que ni siquiera se ha molestado en hacer campaña electoral y su único acto público consistió en un discurso presidencial en el Parlamento durante el debate del estado de la nación.
La popularidad de Putin entre los rusos está disparada igual que sus posibles opositores, que también han sido disparados, y parece que a los usos no les importa que les haya metido en una guerra en Ucrania sin una razón clara y sin un final a la vista o que la economía rusa esté haciendo aguas y que las perspectivas a medio y largo plazo solo muestren un empobrecimiento de Rusia y su transformación en una colonia productora de materias primas para China.
Es verdad que también se presentan tres candidatos pero todos ellos apoyan las políticas de Putin, empezando por la invasión de Ucrania. La lista se reduce al nacionalista y conservador Leonid Slutsky, que lidera el Partido Liberal Demócrata de Rusia, el nostálgico comunista Nikolai Jaritonov y el empresario Vladislav Davankov al frente del partido Gente Nueva que seguramente estará ahí para ver si puede hacer algún negociete dentro de la cleptocracia rusa.
No hay que olvidar que el que ahora ejercía como líder de la oposición rusa, Alexei Navalny, apareció muerto hace unas semanas en la prisión siberiana donde estaba castigado/desterrado por precisamente eso, ejercer la oposición frente a Putin y denunciar la corrupción del régimen ruso.
También es interesante constatar que Vladimir Putin se puede presentar a estas elecciones porque lleva desde el año 2000 en el poder reformando una y otra vez la Constitución que, en teoría, le obligaba a retirarse tras los dos mandatos de cuatro años que tuvo entre el año 2000 y el 2008. Con las actuales reformas de la Constitución puede presentarse a estas elecciones pero también a las de 2030 y, si la salud se lo permite, se convertirá en el dictador que más tiempo permanece al frente de Rusia, superando a los legendarios Lenin y Stalin, conocido por los altos estándares de calidad democrática que impulsaron durante sus mandatos.
Por supuesto, teniendo en cuenta el carácter dictatorial con el que Putin ejerce el poder en Rusia, a nadie se le escapa que toda la administración electoral atenderá solicita los requerimientos que les lleguen de de Moscú para establecer los resultados que convengan al autócrata. No sé yo si se atreverá a tanto como su colega norcoreano y se subirá a los votos hasta el 99,5% pero la corrupta administración rusa, también la electoral, atenderá sin lugar a dudas las órdenes del Kremlin.
Aprovechando esta tribuna quería lanzar un difícil interrogante a todos los analistas de política internacional que sigue los acontecimientos en Rusia: ¿saldrá Putin elegido presidente en estas elecciones?
“la popularidad de Putin entre los rusos está disparada igual que sus posibles opositores, que también han sido disparados”
Ja ja ja ja!
Ahí has estado sembrao.
Muchas gracias, Serafín.